martes, 21 de mayo de 2013

Autorretrato.

Soy,
una,
vocal,
con sílabas formadas,
soy,
una,
mujer,
con tildes púbicas,
soy,
la,
o,
al revés sobre tus nalgas,
soy,
y,
griega,
o
i
latina,
o simplemente una raya avergonzada.

Soy
triptonga,
tú,
yo,
y la sábana.
Soy la parte de tu oración,
el artículo de tu pasión,
el sustantivo de tu apellido,
el pronombre de tu nombre,
o, simplemente, una vocálica,
posesiva atrevida,
soy,
una,
vagina,
adverbia.
de lugar,
de modo,
de tiempo,
de cantidad,
de duda, negación o afirmación
soy,
boca,
verbo,
verso,
beso,
soy
bebida,
activa,
bilabial,
o simplemente
una lengua,
ortografiada,
y,
enamorada.

María de los Ángeles Popov.
Más sobre María de los Ángeles en: http://www.revistadepoesiaclave.com/no%205/nuevas%20voces%20maria%20de%20los%20angeles%20popov.htm

El vuelo de un cóndor.

No enciendan las luces
Que tengo desnuda
El alma y el cuerpo;
Ya no queda nada
sólo escombros
Y migajas,
De los dulces labios
Que besó mi boca, 
Del néctar prohibido
Que embriagó mi piel,
De la noche ardiente
Que entre tus brazos
Calcinó mi ser.

No enciendan las luces
Porque el tierno manto
Que abriga mi piel,
De mí se ha alejado
Para calentar
Con suaves caricias
En otro Jardín. 

Ya no queda nada
más que mi cuerpo desnudo
Ahogado en el mar 
De las tristes lágrimas
Que de mis ojos brotan.
No enciendan las luces, 
Que tengo desnudo
El cuerpo y el alma. 

Sobeida Delgado Mina.
Más sobre Sobeida en: http://soypoesia.com/acerca-de-sobeida

martes, 7 de mayo de 2013

¿Existencialistas? Vade Retro.



¡Ya los vi! Son esos que odian, critican, lloran, se desesperan y están siempre angustiados por las «cuestiones más importantes y relevantes de la vida». Hacen un análisis exhaustivo de la condición humana, de la libertad, la responsabilidad, el significado de la existencia y odian los lunes. últimamente, y con el auge de las redes sociales, estos filósofos de la vida se han multiplicado considerablemente al punto de querer encerrarlos a todos en una bodega y no dejarlos salir de ahí nunca. 

Se consideran los Kierkegaard, Nietzsche, Dostoyevski, Heidegger y Sartre de esta generación. Miran por encima del hombro por suponerse como conocedores de la verdad por pensar en lo que marca el camino de nuestras vidas. El monólogo externo es la plataforma de desarrollo del pensamiento y por razones desconocidas son personas moralmente mejores. Aún así, son misántropos y lo publican abiertamente en Twitter y en Facebook. Dignos representantes del existencialismo al vivir en contradicción. 

¿De dónde venimos?, ¿Para dónde vamos?, ¿Cuál es el sentido de la vida?, ¿Existe un ser supremo?,  ¿Por qué siento lo que siento? y demás, son las cuestiones que tanto los angustia y que los hace correr en círculos. Son, simplemente, un fastidio. Muchos grandes pensadores del siglo XIX y XX se pusieron en la tarea de ahondar en estas preguntas y ninguno llegó a una verdad absoluta o respuesta universal para que ahora, unos pelafustanes de redes sociales que todo lo odian sin saber qué es el odio, vengan a responder estas preguntas. 

El existencialismo en sí es una ironía, gastar tanto tiempo (que sí nos transcurre y que sí vemos pasar) pensando en cuestiones que no tienen única respuesta y que a estas alturas del partido no tienen importancia. ¿Es necesario para vivir los 70 u 80 años en promedio que vive un ser humano conocer todas las respuestas? Personalmente, me parece más fácil y más cómodo vivir las vida sin pensar en esas preguntas que no llevan a nada. No estoy diciendo que la autoreflexión sea una pérdida de tiempo o que no sirva. Sólo creo que para responder estas preguntas no hay que pensar sino vivir. 

Por eso, a todos esos existencialistas que se sienten orgullosos de serlo por creer que piensan más que los demás y que las cosas que piensan son más importantes les digo, Vade Retro con sus discursos y monólogos externos que para poder vivir no necesito de sus respuestas de papel.