viernes, 6 de julio de 2012

Pero, ¿qué carajos les pasa a los "críticos"?


No entendieron el significado de la palabra 'crítico' o no lo valoran. Twitter se ha convertido en una herramienta significativa para entender a muchos de los "críticos" que solo leíamos en periódicos. Ahí tienen a Vladdo, una decepción como persona. Fanático de un solo tema [Uribe] que al igual que su tan criticado expresidente, se ve como el mesías de la crítica política colombiana. No son muy diferentes la verdad. 

El problema es que no le tienen placer a la crítica. Claro, es maravilloso cuando coges tus instrumentos de crítica, te inspiras y de tu cabeza y dedos salen las palabras que para ti son el culmen de tu trabajo. Pero, ¿qué pasa cuando otro hace ese mismo trabajo cuereando el tuyo? Ahí ya no es tan maravillosa la crítica. Ahí se convierte en un ataque, en una persecución, en un acoso. Ahí es cuando no se lee el trabajo del otro porque demerita el mío y se recurre a atacar sin bases ni fundamentos. Yo entiendo, a nadie le gusta que le digan que está mal. Nos pesa el orgullo. 

Parafraseando a Ángel Rama, [Crítico latinoamericano que traspasó las fronteras de la crítica literaria] la crítica es un ejercicio intelectual creador que funciona como eje de articulación. De nada sirve la crítica si ésta misma no se critica. He ahí el meollo de asunto. En Colombia, los críticos se creen en un pedestal, que lo que ellos dicen es palabra santa y por lo tanto no hay derecho a hacerles ningún tipo de aclaración ni de discusión, mucho menos un reclamo. Se les olvidó a estos "ilustres representantes" del pensamiento crítico colombiano que no todos pensamos igual y que no todos tenemos que estar de acuerdo entre todos. 

¿Se imaginan? Todos de acuerdo, lo que dice uno es la verdad absoluta y hay que seguirla como borregos porque "ajá". Yo no me imagino un mundo donde no haya espacio al debate, a la discusión, a la contraposición de opiniones. Obvio, hacer crítica no es fácil y debatirla menos. Menos, cuando lo único que hacemos al no estar de acuerdo es atacar a punta de groserías porque así nos defendemos mejor. Discutir no es lo mismo que pelear y para decirnos las cosas en las que no estamos de acuerdo no es necesario argumentar desde planos personales. Con enfocarnos en la hipótesis de la crítica es suficiente.

Cualquier Daniel Samper Ospina, Adolfo Zableh y Luis Cifuentes parecido con la realidad es pura coincidencia. 

Espero sus críticas porque para eso estamos. 

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo con lo que dices porque, de hecho, lo aquí se hace en Colombia no es crítica. En literatura, por ejemplo, uno no siente que haya una verdadera reflexión sobre lo que se escribió o lo que se escribe. Cuando alguien habla sobre el trabajo de otro generalmente lo hace de un modo despectivo, a través del ataque personal o, por el contrario, se cae en la lagartería y en el amiguismo. Que bonito sería que aquí se pudiera hacer teoría literaria que nos permitiera pensar en lo que escribimos y cómo escribimos.

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